Para que una empresa consiga ser exitosa es necesario que se conjunten una serie de factores. En primera instancia, es imprescindible que la organización tenga muy clara su misión y cómo conseguirla. Asimismo, es necesario contar con gran talento y saber retenerlo, innovar por medio de la creatividad y adaptarse a nuevas tecnologías, además de perseguir metas a largo plazo.  

Construir una buena reputación es clave para que las empresas puedan crecer y cumplir sus objetivos. Uno de los aspectos fundamentales para alcanzar el éxito es desarrollar una gran relación con los clientes y ofrecerles servicios y experiencias que los hagan volver y recomendarte.

También es importante generar un clima laboral seguro y saludable para contar con el mejor talento disponible e implementar las mejores prácticas en nuestros procesos.

Si la empresa se distingue por su gran trato a sus clientes, por su responsabilidad social y ambiental y por ser un gran lugar para trabajar, esta será percibida de manera positiva por los medios de comunicación, potenciales clientes, talento, posibles inversores y otros grupos de interés, tanto internos como externos.

Por esto, no solo es importante construir una buena reputación corporativa, sino mantenerla y gestionarla. A continuación te compartimos algunas estrategias.

Estrategias para gestionar la reputación corporativa

Como se indicó anteriormente, tener y mantener una buena reputación corporativa permite atraer y retener a los mejores empleados, generar lealtad entre los colaboradores, fidelizar a los clientes y hasta conseguir nuevas inversiones. Para este objetivo, es necesario que la empresa tenga credibilidad, confiabilidad, seguridad, responsabilidad e integridad.

Estas son algunas acciones que las compañías pueden implementar para poder gestionar su reputación:

• Monitorear la reputación: Es importante que las empresas sepan cómo se les percibe para poder realizar cambios en sus procesos o para reforzar las áreas en las que tienen oportunidades. Con base en esta información se puede analizar cuál es el sentimiento de los clientes hacia la marca y actuar en consecuencia.
• Garantizar un comportamiento ético: Una parte vital para que la empresa tenga una buena reputación es que esta sea intachable en sus prácticas hacia el interior y el exterior de la misma. En este sentido, es importante que se establezcan códigos de conducta que tengan que seguir todos los empleados de todos los niveles.
• Comunicación clara: Para mantener una buena relación con clientes, empleados y otros actores es importante que la empresa establezca comunicación clara con todas las partes. En este sentido, las organizaciones deben establecer procesos para tener diálogo constante con sus colaboradores buscando la retroalimentación. En el caso de los clientes, se recomienda realizar encuestas de satisfacción para conocer su opinión sobre los servicios y la atención que se les ofrece, además de detectar dónde se falla o se tiene éxito.
• Gestión de crisis: Las empresas deben contar con un plan en caso de que una crisis ponga en riesgo su reputación. Para esto es importante que se anticipen al futuro, analicen e identifiquen los posibles escenarios catastróficos, preparar posibles soluciones, ofrecer un mensaje sensible y transparente al atender la crisis, además de ofrecer respuesta inmediata.
• Transparencia y rendición de cuentas: Para atraer una mayor atención por parte de inversionistas y socios comerciales, es importante que las empresas cuenten con buenas prácticas de transparencia y rendición de cuentas. Modelos como el de gobierno corporativo pueden ayudar a las empresas a fortalecer sus estructuras, establecer las funciones y responsabilidades de sus miembros, desarrollar códigos de ética y valores, establecer controles más estrictos, entre otros beneficios.  
• Contar con certificaciones: Contar con algunas certificaciones permite que las empresas se vuelvan más confiables a los ojos de sus socios comerciales. Una certificación comunica que la compañía cumple con altos estándares de calidad, cuenta con la capacidad operativa y la infraestructura necesaria para cumplir con sus compromisos.
• Responsabilidad social corporativa (RSC): Las empresas deben participar en iniciativas que beneficien a sus comunidades y al medio ambiente. Asimismo, se recomienda publicar informes regulares sobre sus iniciativas de responsabilidad social corporativa destacando sus planes a futuro, los desafíos y sus logros.
• Calidad de producto/atención: Aunque parezca una obviedad, es muy importante que las empresas se enfoquen en la calidad de experiencia que le ofrecen a sus clientes y que no descuiden este punto. Si la experiencia es buena, te volverán a buscar. Una mala experiencia puede tener un impacto importante en la reputación de la compañía.

Recuerda que la imagen corporativa comienza desde el trato y la percepción del equipo de trabajo, es por eso que se debe brindar una oferta laboral atractiva, para lograrlo se debe dar un sueldo competitivo, además de prestaciones superiores a las de la ley como son vales de despensa, seguros de vida para empleados y seguro de gastos médicos mayores para trabajadores, ya que son de los más valorados.

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